En la ruina por no preveer.
Hace un tiempo un empresario, llamémosle personaje por la importancia de sus marca y sus productos a nivel nacional, adquirió una enfermedad degenerativa misma que llevó a consumir paulatinamente los ahorros familiares.
Las constantes citas con especialistas y los múltiples estudios para lograr el diagnostico correcto empezaron a tener que rematar algunas de las propiedades que habían adquirido para su comodidad y para garantizar un retiro digno de su nivel, hasta que llegó el momento en que solo contaban con la casa que habitaban y la empresa que durante tantos años les genero una riqueza incalculable. El personaje murió y como la esposa nunca se había involucrado en el manejo de la empresa decidió rentarla a alguien que si supiera del negocio, a cambio de seguir con la marca, pero pasado el tiempo ella dejó de recibir sus rentas hasta que fue a su empresa y al encontrarla cerrada llamó a la fuerza pública y después de acreditar la propiedad de la misma ingresaron para darse cuenta que no había nada, estaba vacío, sin maquinaria, sin nada.
Mucho tiempo la señora vivió de la caridad de sus amistades ricas pero poco a poco esto fue desapareciendo, hoy en día la señora con su hija especial vende galletas en los consultorios de uno de los hospitales grandes de la ciudad.
Si hubiera tenido una póliza de GMM hoy mantendría su riqueza seguramente, mantendría sus propiedades en renta y muchas cosas más.
¿Y tú te das el lujo de que a ti o a alguno de tus familiares o amigos les pueda pasar una situación como ésta?